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La 9ª División finlandesa: Los vencedores de Soumussalmi

Movilizada como una unidad de reserva y fraccionada en varios frentes, logró sin embargo infligir al Ejército Rojo la mayor derrota de toda la contienda

Los esquiadores, los sissi, con su movilidad sobre la nieve, serían un elemento decisivo en la victoria sobre el Ejército Rojo

Cuando, el 30 de noviembre de 1939, las tropas del Ejército Rojo invadieron su país, el ataque no sorprendió a los finlandeses. La URSS llevaba un tiempo exigiendo a Finlandia concesiones (el establecimiento de bases militares soviéticas y la cesión de algunos territorios) que iban más allá de lo que estaba dispuesta a aceptar. Previendo un posible conflicto, el ejército finlandés había comenzado a movilizarse el 9 de noviembre con la excusa de llevar a cabo maniobras extraordinarias. Compuesto por 33.000 soldados en tiempos de paz, una cifra nada desdeñable para una población de 4 millones de habitantes, creció hasta alcanzar los 400.000, repartidos en 9 divisiones de infantería y numerosas unidades independientes de menor entidad.
Una de las divisiones recién movilizada fue la 9ª, formada en la provincia de Nordosterbotten, donde permaneció como reserva a disposición del comandante supremo, mariscal Mannerheim. Escasa de armamento, equipo y vestuario, no estaba previsto emplearla antes de un mes para dar tiempo a subsanar sus deficiencias. Sin embargo, el desarrollo de las operaciones hizo necesario recurrir a ella prematuramente. De sus tres regimientos, el R.I. (Regimiento de Infantería) 26 fue enviado al frente principal, el Itsmo de Carelia, y el R.I. 25 fue puesto bajo el mando directo de la Agrupación de Finlandia Septentrional. El 4 de diciembre, el jefe de la división, teniente coronel H. J. Silasvuo, recibió la orden de formar una brigada, de la que fue nombrado comandante, con el regimiento que le quedaba, el R.I. 27, al que se le agregó el IV Batallón de Reemplazo y dos compañías de exploradores. Su destino sería Suomussalmi, en el oeste de Finlandia.
Esa localidad había sido ocupada por la 163ª División de Fusileros soviética en su avance desde la frontera hasta la ciudad de Oulu, en el Golfo de Botnia, que pretendía partir en dos el país interrumpiendo las vitales comunicaciones con Suecia. Para hacer frente a este peligro, los finlandeses habían reunido un destacamento formado básicamente por el Batallón Independiente 15 y el Batallón de Cazadores 6, además de fuerzas de la Guardia Civil (Suojeluskunta, una organización voluntaria dedicada a proporcionar entrenamiento premilitar a los jóvenes y preparada para formar con rapidez unidades locales de defensa) que, si bien no pudo impedir a los rusos tomar Suomussalmi, logró frenar su avance.
La brigada de Silasvuo procedió a cercar a los soviéticos en Suomussalmi y sus alrededores aprovechándo la superior movilidad de sus fuerzas, capaces de marchar sobre la nieve empleando esquíes. Entre los días 27 y 30 de diciembre, con su unidad convertida en la 9ª División gracias a los refuerzos recién llegados (el R.I. 64 y el Batallón de Exploración 2), Silasvuo atacó y aniquiló a los defensores de la 163ª División. Los pocos supervivientes huyeron hacia la frontera abandonando cantidades ingentes de material.
Entretanto, partiendo de la localidad fronteriza de Raate, la 44ª División de Fusileros soviética había estado intentando socorrer a las tropas cercadas en Suomussalmi. Con sus fuerzas extendidas a lo largo de la carretera, sin medios para moverse campo a través, la división fue fragmentada en pequeños grupos incapaces de prestarse apoyo mutuo y destruida entre el 5 y el 7 de enero de 1940. Los finlandeses denominaron motti a la táctica de envolver a estos grupos aislados, equiparándolos a montones de leña ya cortada esperando a ser quemada. Para esta operación, la 9ª División había recibido nuevas unidades: el R.I. 65 y el Batallón de Partisanos 1 (las unidades de partisanos, Sissi, contaban sólo con armamento ligero y usaban tácticas guerrilleras), además de un batallón de zapadores, otro de comunicaciones y las once piezas del Regimiento de Artillería 9, alcanzando los 17.000 soldados
Administrando cuidadosamente sus escasos recursos, los finlandeses habían logrado frenar a su poderoso enemigo (causándole unos 27.000 muertos a cambio de 1.000 propios), aunque sólo de momento. La división sería pronto fragmentada para hacer frente a nuevas amenazas.
Fuente Abc

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